Muchas veces nos preguntamos: ¿Qué es lo que está fallando en mi empresa para lograr los objetivos planeados?,  si se paga a tiempo, se contrata a personal cualificado para cubrir cada una de las necesidades de la empresa, se trabaja con organización y responsabilidad. ¿Dónde está el error?

Para algunos es casi imperceptible la importancia que tiene el contar con un buen equipo y ambiente de trabajo; y mantener motivados a cada uno de los integrantes para que se traduzca directamente en éxito para tu empresa.

En una ocasión me ocurrió ver el contraste en el ambiente laboral con dos diferentes estilos de liderazgo de un cliente. En el primer escenario el líder era transparente, comunicaba los objetivos con claridad, la exigencia de trabajo era retadora pero nos sentíamos con un sentido de pertenencia, donde trabajábamos por un mismo objetivo en común. Al cambiar el líder, su estilo era más cauteloso y celoso de la información; generando angustia, confusión y desmotivación; y resultando en pérdida del objetivo de la empresa.

Cuando el ambiente laboral es óptimo y la comunicación fluye, trabajar en equipo facilita enormemente el día a día. No solo te hace sentirte rodeado de personas que te ayudan y en los que puedes apoyarte a la hora de resolver problemas si no que también, aprenderás de ellos y podrás aportar tus conocimientos para establecer soluciones.

Lo que la mayoría de las empresas debiéramos buscar es encontrar ese balance para construir un grupo de personas que trabajen de manera eficaz, tomando en cuenta las siguientes claves:

1. Confianza

Uno de los principales requisitos para que un equipo funcione es que haya confianza entre sus integrantes. Así, cuando se presenta un problema, es mucho más gratificante poder afrontarlo con compañeros que empaticen contigo. Es imprescindible que se trabaje por construir un ambiente agradable y cómodo dentro del grupo y que todos los integrantes se sientan libres para expresar sus pensamientos, sensaciones y miedos.

2. Sentido de pertenencia

Es importante que la gente que forma parte del equipo esté involucrada con sus compañeros y con el proyecto que se lleva a cabo. Solo consiguiendo que todos los integrantes sientan que forman parte de algo común se alcanzará esa motivación para lograr el éxito.

3. Buena comunicación

Para que haya un ambiente sano y enriquecedor se requiere tener una buena comunicación. No basta con establecer adecuados canales de comunicación, además los miembros deben hacer un esfuerzo por escucharse, entenderse y empatizar.

4. Decisiones en común

A pesar que existan jerarquías dentro de la organización y que se respeten, es importante escuchar las opiniones del equipo para tomar decisiones. De esta forma, se pondrán la camiseta del proyecto o negocio y lo harán parte de ellos incrementando su grado de compromiso.

5. Responsabilidad compartida – Tareas divididas

Al iniciar este artículo, comentaba que trabajar en equipo implica trabajar con un objetivo en común. Refiriéndose también que los éxitos o fracasos del proyecto son parte de cada uno de los involucrados.

Por ello,  las tareas asignadas deben ser claras y conociendo el alcance o resultado esperado para evitar tensiones internas y envidias. Se debe reconocer la labor y esfuerzo de cada uno, pues cada una de las actividades son imprescindibles para el éxito del trabajo final.

6. Diversidad

Una de las grandes ventajas de trabajar en equipo es poder contar con puntos de vista diferentes a la hora de aportar soluciones. Saber escuchar y respetar diversos puntos de vista enriquece más las posibles soluciones y otorga mayor creatividad para su ejecución.